Cómo entró el baloncesto en mi vida (I)

Corrían los años 80, cuando cursaba 8º de EGB, en el curso 1982-83, en el C.P. PEDRO GUTIERREZ, aquel año llegó al cole un MAESTRO (para mí en todos los sentidos) al que llamábamos D. Francisco Mendoza, durante los recreos jugamos en una parte del patio que era de albero, puesto que la pista de cemento se usaba por supuesto para el futbol sala, no teníamos canastas, así que improvisamos y colocamos dos cubos de basura (dos latones de pintura de 25 kg. que se usaban de papeleras, las cuales en más de una ocasión contenían los restos de basura de muchos de nosotros) a modo de éstas, esta rutina se convirtió en un clásico durante los recreos.
Balones, jajaja, no, "El Balón", uno, teníamos uno, de la marca Rucanor, jamás se me olvidará. Al poco tiempo D. Francisco compró dos más.
Pronto fuimos quedando sábados y domingos, éra increible quedábamos a las 08:00 de la mañana, y allí estábamos, jugábamos sobre todo a tenis y cuando venía más gente, poníamos las papeleras y ¡a jugar! Jugábamos 5 horas seguidas, parábamos en un par de ocasiones para beber y los pies nos ardían.
Recuerdo en una ocasión, en que mi madre me compró unas botas, de lona, yo gastaba un 46 pero lo más que encontramos fue un 45, así que me tuve que conformar, eran negras y un con la puntera de goma, (la versión barata de las Jhon Smith de aquellos tiempo)le costaron 500 pesetas de las antigüas, y recuerdo que me dijo, "Ahora pa que te las carges en dos dias, con lo que han costao", en casa no es que faltase el dinero, pero ella siempre me inculcó aprender a valorar las cosas, aplicando lo que yo llamo "el sentido común de las buenas madres". Y efectivamente así fue, a los dos días tenía dos agujeros como dos monedas de 5 duros, debido a que la pista del PEDRO GUTIERREZ era y es de cemento, más bien basto. Yo creo que esa pista se ha tragado más zapatillas de las que todos nos podemos imaginar. Buenos, debido a eso, me llevé casi dos meses jugando con dos trozos de cartón metido en las zapatillas, para no decirle nada a mi madre, yo llegaba a casa y escondía las zapatillas, pero lo que no pude esconder eran los agujeros que le hacía a los calcetines y tampoco las ampoyas que me salían.
De esta forma, pasó el curso y comenzó el siguiente 1983-84. Durante ese verano ( el del 84) fui a entrenar con el C.B. Alcalá y jugué la temporada 84-85 con ellos, aunque nuestra actividad continuaba en el cole. D. Francisco compró unas canastas, que las poníamos sólo los sábados y los dmingos, nos hicimos con unos contrapesos de hormigos y así nos apañábamos. Las poníamos a las 08:00 de la mañana y jugábamos hasta las 14:00 y sobre todo los sábados algúnos regresábamos a las 17:00 y jugámos hasta que se hacía de noche. De esta forma nos fuimos enganchando, y poco a poco iban apareciendo más gente. Ese mismo año nacío la idea de fundar una asociación, A.D. PEDRO GUTIERREZ, que aún perdura, jugando la primera Temporada del Club, la Temporada 1985-86 en 3ª Provincial. Sin apenas darnos cuenta, y gracias a la ilusión y a la gran persona que lleva dentro aquel MAESTRO, se fue creando una familia alrededor de una pelota de baloncesto.
En alguna que otra ocasión, la canasta se nos cayó al suelo, entonces nos tocaba ir a la carpintería, transportar un tablero de aglomerado, pintarlo, taladrárlo y volverlo a colocar. Duerante ese mismo curso, llegaron al cole unas canastas procedentes de Diputación, imagino, que fruto de las gestiones realizadas por D. Francisco. De este modo, las anteriores fueron fijadas en la parte de tierra, unos agujeros que nosotros mismos cavamos, como no teníamos más que un pico y una pala, resultó que una canasta quedaba más baja que otra, cosa que a nosotros nos daba igual.
Las nuevas eran desmontables totalmente, así que cuando llegábamos a las 08:00, las teníamos que montar, cuando nos íbamos a las 14:00 las desmontábamos, y sobre todo los sábados todo esto lo volvíamos a hacer a las 17:00 y las desmontábamos por la noche.
Ese año, jugamos los juegos de Diputación y no jugamos la Final por que en el equipo había un "gato", y un tal Leo Chavez se chivó. El gato era yo por 4 días.
Así poco a poco, el baloncesto y sobre todo las personas que lo rodeaban fueron invadiendo mi vida. Mi amigo Gali y yo éramos inseparables, después apareció mi amigo Manolo de Pablos y se unió a nosotros, me motivaba jugar con él, por aquel entonces él andaba unos escalones muy por delante de mí dentro de la pista, por lo que aprendí muchas cosas. También encontré amigos mientras jugaba en el C.B. Alcalá, mi amigo Antonio Ropdriguez "IU", MIguelón, Marrón, los hermanos Porti, mi amigo Javi Nieto, José Manuel Sibaja, y muchos más, algún día contaré la verdadera amistad que me une a ellos.
Paralelamente a todo esto, surgió algo nuevo e inesperado en mi vida, como el baloncesto comenzó a ser un referente en el cole, surgió un equipo de niñas, era muy divertido, jugaban que yo recuerde, Isa, Mª José Moraga, Fany, Tere, Yoli, Macu, etc... Algunas de ellas ya habían iniciado 1º de BUP, pero seguían muy vinculadas al cole.
No sé como, Isa aparecía en las clases de matemáticas de D. Francisco, y no sé cómo acabó siendo mi compi de clase. Yo tenía de compi a Gali, pero en mates me ponía solo. Y no sé cómo quedamos para salir ese Domingo de Ramos, y hasta hoy he pasado la vida junto a ella y aún no nos salen las cuentas a final de mes. ¡Yo que sé! Pero bueno esto lo contaré en otra historia.
Pero por supuesto se inició una relación muy especial con el promotor de este proyecto, al cual debo agradecerle muchas cosas. Al igual que se lo debe de agradecer la ciudad de Alcalá por llevar al baloncesto al nivel que lo llevó.